Foto xanela
No hay mayor mirada
que la que habita el tiempo
del perfume y la caricia.
La que rescata
del frío y de la bruma
y te traslada aquí,
a este lugar,
a este silencio de los árboles
donde nada muere,
donde todo se renueva
y crece.
Una oleada gloriosa
se estremece en la luz
y entra de lleno
en la estancia de tu cuerpo
para llenar el vacío
de un gris hambriento.
Un nuevo paso,
otro peldaño sobre la tierra
que te sostiene
y la cordura
en el eco de un suspiro.