Cuando todo se hiele y el mendigo del tiempo no sea más que un saco de huesos hablará el ciprés sacudiendo los copos de nieve: “ no estará sola la rosa blanca "
Era tanta el agua guardada en el cántaro del cielo que a la poderosa voz del trueno, un paisaje de río en tromba se desata, entre las hojas muertas del ciruelo
Asomada a esta cortina de lluvia un aire triste de otoño merodea todo mi cuerpo.
Se agosta el aliento, las raíces afloran a la superficie, atada contra los pies una gota de agua. Sobre la tierra voces que queman ; ya nadie cuida el terreno. Bajo tanta sequía las calles se levantan. Corre un viento desapacible por las miradas.
Noche de verano, la ventana abierta cuerpos relajados, el lecho ya acoge el dulce cansancio. Tendido a mi orilla te miro y me quedo… en tus ojos cerrados, respiro suave inmóviles brazos, tu perfil espejo la vida de ambos. Me aprieto a tu lado y sin palabras digo lo que nos callamos.
La palabra antes de ser palabra es voz al borde del aliento, desterrada de su tinta aguarda la tierra prometida, con cada golpe de respiración desde las entrañas hasta la garganta, deja de ser proscrita
sale a la luz y entra en un mundo desconocido, se hace visible al tamiz de la pupila
cada letra cada sílaba solo aspira a ser, silencio solidario.
El intelecto no me engaña, el declinar del sol que cada día me acompaña lo recuerda, esa tibia sensación que me circunda lo confirma.
Es cierto, nadie es imprescindible.
También es cierto que aún no siendo nada, el ser humano desde que nace hasta que muere, nunca debe llegar a ser el cero que nadie quiere, el de la izquierda.
Es el mar, que cada día me sorprende con un punto de luminosa ternura, y hoy todo su rugido, diluido en diáfana salpicadura, son perlas, que la piel me purifican
qué sencillo resulta el tacto de su fuerza, cuando se hace gota de caricia recubierta.
Un beso en el sueño, un torrente de agua la gota de cielo que en la nube danza, ciruelo de invierno que brota en el alba, un fluir de viento que ondula, montaña . Eres, un respirar de anhelo en noche estrellada, un silencio de luna asomando al día, de la luz el relumbre que abraza la vida.
Somos, un exánime río en estiaje que hora tras hora lo va dando todo.
Si la nave de tu cuerpo ya es mi cuerpo, haremos solo una recia y fuerte capaz de soportar los azares del viento y aunque la tormenta se yerga sobre las olas, remaremos con todas las fuerzas hasta que el mar ya sea calma.
Olvidémonos de todo, de todo aquello que no seamos tú y yo . hablemos solo solo de nosotros . lo que sientes lo que siento . lo que a ti te llena lo que a mí me place . pero... dímelo, dímelo no te calles . necesito saber...
Por qué ruta debe ir el pensamiento que su fugaz instante no alcanza el intangible discurso de un sueño
elude pasear la ancha esfera por el camino del rayo que se expande en la amplitud de cóncova quimera mas sea dormida o despierta maduran las diáfanas espigas en la médula azul de la existencia.
"Por supuesto no hay una fórmula para el éxito excepto,
tal vez, aceptar incondicionalmente la vida y todo lo que trae consigo."
(Arthur Rubinstein)
La danza (Henri Matisse )
No repliegues las alas por miedo a caer al vacío, cada minuto que pasa se precipita sobre tu vuelo de oportunidad perdida, no es momento de quedarse estático cuando más allá del árbol todo gira sal a este baile feliz o miserable y danza, danza sobre cada átomo del mundo que te espera aprenderás a conocerte sobre el espejo del agua que bebas y lucharás con todas tus fuerzas por todo lo que merezca la pena.
horas cálidas de madrugada, las caricias fuego derretido entre los labios, destellos en la mirada, un mundo de futuro en nuestras manos, risas en el alma
¡éramos tan jóvenes!
todo pasa y todo queda… caminando, tu brazo sobre mi hombro, tu sonrisa plácida me acompaña bajo un cielo de ternura que nos acoge.